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Mostrando entradas de agosto 11, 2013

Oliver y su Pandilla - Walt Disney

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En una acera de la Quinta Avenida de Nueva York, había una caja de cartón llena de gatitos para adoptar. A veces, se detenía alguien, elegía un gatito y se llevaba. Cuando cayó la noche, sólo quedaba uno en la caja: un pequeño pelirrojo al que nadie había querido… Se llamaba Oliver. El pobre gatito abandonado pasó la noche en la calle. Cuando se despertó, un delicioso olor a salchicha le atrajo hacía un vendedor ambulante que le ahuyentó. Entonces, un gran perro vagabundo se dirigió hacia él. Dodger: ¡Hola, peque! Nuestra misión es liberar a todas esas salchichas prisioneras y largarnos de aquí. Oliver tenía mucha hambre; Dodger dijo que repartirían el botín. Mientras el gatito daba grandes saltos delante del vendedor, Dodger robó una larga ristra de salchichas y escapó a toda velocidad. Oliver le alcanzó, pero… Dodger: ¡Escucha, peque, para comer soy yo solo! Esto te servirá de lección. ¡Adiós! El sinvergüenza se iba con las salchichas. El gatito no le dejó. Le siguió hasta

Los rescatadores en Cangurolandia - Walt Disney

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Algo extraño está ocurriendo en el bosque australiano. Un muchacho, llamado Cody, corre a toda velocidad entre los árboles y salta entre las rocas. Rápido, rápido, es urgente, porque Faloo, el canguro, ha hecho saltar la alarma de los animales. ¿Quién ha sido atrapado esta vez? –pregunta Cody, casi  sin aliento al llegar junto a su amigo. Es Marahute, la hembra del águila gigante- explica Faloo dando grandes saltos. El ave, expresa del pánico, lanza gritos agudos: -¡Scriich! ¡Scriich! -¡Vamos!¡Cálmate, yo no te haré daño! –murmura el chico acercándose. Sin embargo está casi tan asustado como ella. -Vamos a ver, Joanna, ¿qué hemos cogido hoy? Un dingo, un viejo puercospín, o un… muchacho. Perceval Mac Leach acaba de aparecer con su dragón de Komodo por encima del foso donde ha caído Cody. ¡Bianca!...Me preguntaba… si quisieras… -¿Sí, amigo mío? –dice ella sonriendo. En aquel preciso momento, François, el camarero, trae a Bianca el mensaje de la Sociedad SOS, q

Mary Poppins - P.L Travers

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Aquella mañana, había tormenta en la casa de los Banks. La niñera de sus hijos, Jane y Michael se había despedida harta de sus travesuras... ¡Y era la cuarta en dos semanas! El estricto señor Banks puso un anuncio en el diario pidiendo una niñera que impartiese disciplina. Jane y Michael habían redactado su propio anuncio en el que pedían una niñera joven, guapa, cariñosa y amiga de los juegos, mas cuando su padre lo leyó, rompió el papel y lo arrojó a la chimenea. Al día siguiente, una larga fila de viejas y gruñonas candidatas a niñera se agolpaba ante la puerta de la casa. De repente, una ráfaga de viento se las llevó a todas por los aires y del cielo, agarrada a un paraguas, descendió una joven y guapa mujer. -Mi nombre es Mary Poppins -dijo la joven presentándose -y vengo por el anuncio. El señor Banks, atónito, vio que el anuncio que la niñera le mostraba era el que sus hijos habían escrito y el que él mismo había arrojado a la chimenea. -¿Dónde están los niños?

¡Vaya inundación! - T. Alquier

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Lunes ¡Vaya inundación, muchachos! La gente solo habla de ello. ¡Dicen que tanto satélite y tanto pagar impuestos para esto! El caso es que al levantarnos hemos encontrado un metro… un metro de agua por las calles de mi pueblo. Y agua salada, por cierto. Mi mamá está muy preocupada, lleva las cosas corriendo a casa del vecino del tercero. Y yo llevó mi pecera con un pececillo dentro.  Mi hermano Pepe ha encontrado un cangrejito pequeño y, al verme, quería echar en la pecera el cangrejo. Yo me he negado en redondo, por supuesto. Bueno, como es natural, hoy no tenemos colegio. Martes Hemos dormido en la casa del vecino del tercero. He jugado con su hijo, lo hemos pasado de miedo. En la calle el agua sigue subiendo, y las señales de tráfico ha cubierto. Mi mamá dice que ha visto dos tiburones tremendos; yo creo que es una broma. Mi papá está muy contento, porque ha pescado sardinas: quilo y medio por lo menos. En el parte de la radio dicen que es un desastre esto. La

El árbol de los abuelos - Daniele Fossette y Luis Vives

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Un abuelo subido en una rama -Sabrina, Casandra, Eduardo, ¿ qué es un árbol genealógico? A veces la profesora hace unas preguntas más raras… -Y tú, Malika, ¿sabes lo que es? ¿Yo? Yo conozco el manzano el jardin del señor nFelix, tambien he visto un castaño enorme y hasta sauces llorones. Pero un arbol general… ge-ne-ral… generalógico, no lo he visto en mi vida. Y estoy segura de que nadie en toda la clase ha oido hablar de el. Aparte de Sofía, claro. Seguro que esa se sabe los nombres de todos los arboles de la Tierra por orden alfabético. Ya lo  decía yo. ¡Es ella la que contesta! ¿Cómo? Dice que es un arbol en el que se pone a los abuelos y a las abuelas. ¡Menuda tonteria! Todos nos reimos mucho. Pero la profesora dice que Sofía tiene razón. ¡Qué raro! Abuelas  y abuelos sentados en ramas. ¿Qué harán alli arriba? En todo caso, mi abuelo nunca querrá subirse. De eso estoy segura. Bueno la profesora nos explica que un árbol ge-ne-a-lo-gi-co, no generalógico c

El lobito bueno - Jose Agustin Goytisolo

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Érase una vez un lobito bueno. Nació en una montaña pero desde que era pequeño miraba siempre el llano, en donde había un pueblo. Le gustaba ver a los niños que corrían por las calles. -Quiero ir al pueblo. Los lobos mayores le riñeron. -No vayas, es peligroso. Las personas son capaces de cualquier cosa.  Te harán daño. Pero el lobito bueno no hizo caso. Un día, cuando no le veían los otros lobos, se escapó, bajó al llano y entró en el pueblo. Caminó por las calles y llegó a la plaza. Al verle, un niño y una niña dejaron de jugar y se le acercaron. -¡Hola! Me llamo Juan. -¡Hola! Me llamo María. Y se sentaron a su lado, acariciándole. Desde aquel día fueron amigos. La gente del pueblo quería mucho al lobito bueno, porque era simpático y cariñoso,  ayudaba a todo el mundo. Vigilaba las casas, acompañaba a los niños al colegio y llevaba las cestas de pan. Y lo que mejor hacía era cuidar los rebaños de corderos, para que no se perdieran ni se hiciesen daño. Pero en

Mamá, ¡upa! - Maria Teresa Jiménez Ortiz

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-Tengo la mamá más guapa del mundo- piensa Pablo orgulloso. Mamá juega con él, le acaricia el pelo dulcemente, le da besitos tiernos, le abraza y lo mira con ojos llenos de amor. Poco a poco, la tripa de mamá empieza a crecer, a crecer… -Vas a tener una hermanita –le dice. Y al cabo de unos meses, la tripa de mamá vuelve a ser como antes, pero de dentro ha salido una cosita pequeña, con la piel arrugada y roja… ¡Es la hermanita! Mamá se la enseña a Pablo y le dice: -Dale un beso a Martina, es tu hermanita. Martina solo llora y llora y mamá siempre tiene que correr a consolarla. Ahora mamá ya no juega tanto con Pablo, ya no le acaricia el pelo tan a menudo, ni le abraza con aquel calorcillo, ni le da tantos besitos como antes. La niña llora de noche y de día, ¡siempre llora! Mamá tiene cara de cansada. Los días y los meses pasan y Martina ya no es tan chiquita, ahora ya habla. -Mamá, ¡upa!, mamá, ¡upa! –grita a todas horas. Mamá a coge en brazos y le dice palabras